Miel de la Roca

He aquí, solamente esto he hallado, que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones. Eclesiastés 7:29.

Oh, Señor, si nos tratas conforme a lo que merecemos, somos culpables de la maldición y de los tormentos eternos en el fuego del infierno cuando termine esta vida miserable. Sí, señor, confesamos que es tu misericordia la que permanece para siempre, y tu compasión la que nunca falla. Contigo, Señor, hay misericordia y abundante redención. Te pedimos, Señor, no solo que laves nuestros pecados con la sangre de tu cordero inmaculado, sino también que purifiques nuestro corazón con el Espíritu Santo de la escoria de nuestras corrupciones naturales, para que sintamos cada vez más tu espíritu matando nuestro pecado, y así podamos servirte, dios eterno, en justicia y santidad. Amén. Lewis Bayly.

Tal como soy de pecador, si no habrá fianza que tu amor, a tu llamado tengo a ti, cordero de Dios, heme aquí. Tal como soy, buscando paz en mi aflicción y mal de Naz, combate rudo siento en mí, cordero de Dios, heme aquí.